Al definir ingeniería de detalle, como una instancia o fase avanzada de un proyecto, es fundamental, al tratarse de un proyecto de arquitectura o de construcción civil, determinar la materialidad con rigurosidad y precisión. Y esto no es otra cosa que indicar cómo deberán colocarse qué tipos de componentes, de qué características y en qué cantidad.
Dada una magnitud significativa y cuantificable propia de un producto industrial (sea alguna de sus dimensiones, resistencia, peso o cualquier otra), el margen de tolerancia es el intervalo de valores en el que debe encontrarse dicha magnitud para que se acepte como correctamente ejecutada, realizada o fabricada la pieza o construcción que se evalúe.
Obviamente, dependiendo del material y de la tecnología constructiva, estos parámetros cambian de magnitud, de unidades de medidas, o ambas cosas a la vez. Así, la madera se utiliza en "escuadrías" (relación de ancho por alto en la sección de la pieza), y lo habitual para determinar las escuadrías es el uso de la pulgada inglesa como unidad de medida; en tanto, el hierro en sus diferentes presentaciones o subproductos conformados, utiliza tanto el milímetro como la pulgada.
También aumenta o disminuye el margen de error, o la tolerancia en la ejecución de los trabajos de montaje, dependiendo el campo tecnológico o de aplicación, y nuevamente, el material utilizado: la tolerancia en la industria metalmecánica es la fracción de milímetro, en la ejecución de trabajos de carpintería es el milímetro, en trabajos de obra gruesa (estructuras de hormigón, mampostería, etc.) es el medio centímetro o 5 mm, en obras viales es el centímetro, etc, etc.
Por lo que es imprescindible, una vez definida la materialidad y tecnología constructiva aplicable al proyecto de arquitectura, conocer las características del material propuesto y las tolerancias con las que se realizará la Ingeniería de Detalle correspondiente para su ejecución y puesta en obra.
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